Quien obtiene esta insignia ha desarrollado competencias estratégicas para organizar, dirigir y optimizar procesos logísticos en entornos nacionales e internacionales. Está en capacidad de implementar redes de valor eficientes, sostenibles y tecnológicamente avanzadas, que respondan a las exigencias de los mercados actuales. Domina herramientas de gestión de la demanda, inventarios, abastecimiento, distribución y logística inversa, aplicando criterios de sostenibilidad y ética organizacional para la toma de decisiones con impacto positivo en la competitividad empresarial.