Las organizaciones del mundo se ven abocadas a afrontar cambios derivados del mercado, las exigencias tecnológicas y el ambiente global altamente competitivo indiferente de su tamaño y objeto social. Es así como se establecen iniciativas que permitan aproximarse al logro de sus objetivos corporativos y se organizan en esfuerzos que finalmente constituyen proyectos de mejora y/o expansión. Por ende, la dirección de proyectos se consolida como una disciplina relevante para el crecimiento, sostenimiento y gestión corporativa en la que se apropian conocimientos, experiencias y herramientas que permiten afianzar la capacidad corporativa y los dominios del director de proyectos.